Vivimos en una sociedad que tiene miedo a los nombres, en la que nada se entiende sin su contrario, camuflamos con mentiras o eufemismos la realidad, nos da miedo desnudarnos con las palabras, y así vivimos lo más asépticos posible sin aceptar nuestras derrotas; derrota que en mi caso no fue tal, porque no me rendí.
Por eso cuando me quedé sin agua y un amigo, al que no conozco
de nada, me ofreció su bote tras la arenga de "muerde la boquilla y
aspira, hombre, que tengo de sobra" me lancé a este relato que
había ido macerando con los kilómetros...
Así al finalizar mi periplo descubrí que grande y pequeño ya no
volverían a ser contrarios en mi diccionario personal, sino
complementarios.
Grande fue el inicio, el atávico danzar de la salida, la emoción de
los acordes de rock antes de adentrarnos en la oscuridad de la
noche y sentirnos pequeños.
Frio en la noche, mucho calor en el aire. Grande la gente de la
pequeña Ruente y grande su pequeño puente que nos hizo sentir
gigantes, casi héroes, en el resonar de los aplausos para volver a
ser diminutos seres en la pendiente siguiente.
Desde la otra parte, por la escarpada subida, divisábamos los
frontales como pequeñas luciérnagas de los que aún bajaban el
cortafuegos temido que nos había hecho descender de modo precipitado a profundidades desconocidas pero que, donde
realmente nos llevaron, fue a un mini oasis lleno de gente paciente
que con gesto amable ofrecían el primer alivio reconstituyente.
Y qué grandes se veían nuestras sombras bajo el foco del que venía
detrás en la noche.
Con cada pequeño gesto: un saludo, un adelante, una palmada...
grandes sensaciones y emociones, cuerpos pequeños, grandes
corazones.
Pequeño se iba volviendo mi amigo cuando se alejaba por el
camino, aunque yo sabía de sobra que acabaría a lo grande e
invisible quería volverse cuando a gritos le cantaba una copla de la
más grande, justo cuando dejábamos atrás la luz frontal de la
noche para encender el amanecer.
Fue bonito saber que siendo pequeño se pueden hacer cosas
grandes, y comprobar el calor de la compañía de ir en soledad con
la belleza del paisaje.
Fue grande el dolor que me hizo caer y sentir pequeño, y pequeños
los gestos, las palabras el ánimo, el aliento de los que me pasaban
y socorrieron lo que me hizo comprender lo grande del momento.
Sólo me queda el consuelo de haber encontrado la sensación de
que lo contrario de la derrota no es la victoria sino la lucha y así
agradecer a esta carrera hacerme comprender a la vez cómo,
siendo seres tan pequeños, podemos llegar a sentirnos tan
grandes.
Tan grande fue la sensación grabada en mi mente que ocho días
después no pude más que volver a hacer todo el recorrido en mi
mente hasta que me pudo el sueño de la noche que aquel día no
dormí y seguí la mañana siguiente con la agridulce sensación de
tener que regresar algún día a disfrutar de aquel campo de batalla, con la sonrisa implícita en el alma.
Y esa fue al final mi gran victoria, poder reconocer, después de
todo, que no es necesario que algo tenga un opuesto para que
tenga la vida sentido, que lo grande nos hace saber lo bueno de
ser pequeños, que el frío de la noche nos hace apreciar el calor de
la gente, que cuando llega el calor nos podemos quedar muy fríos,
que la dureza del paisaje no es lo opuesto a su belleza y que la
soledad nunca más será una mala compañía. "
Por Ángel S. García García
O bonito texto acima foi retirado do Livro "10.000 momentos del Soplao"...
Serve também para ilustrar, de alguma maneira, o desafio a que me propus e vir aqui publicamente anunciar que já estou oficialmente inscrito nesta mítica Ultra-Maratona, em terras de Nuestros Hermanos e com mais de 160Kms!
Sou um desses 6 malucos Tugas que irão rumar a Cabezón del Sal, bem no coração da província Cantábrica para participar na X Edición del Los 10.000 del Soplao
Siga!!!
Siga!!!
Muitas alterações irão surgir nos tempos mais próximos devido ás novidades fresquinhas, e passadas via Facebook (e sobre as quais prometo fazer o devido post) e que obrigam ao "afastamento" temporário da Sandra dos trilhos e destes (e de quaisquer outros) desafios desportivos...
Daí que este será o meu maior - e único na verdade - desafio para 2016 e no que refere às bicicletas de montanha e actividades desportivas!
O MountainQuest fica, uma vez mais, adiado para melhor altura! Provavelmente, 2017...
Depois do desafio Los 10.000 del Soplao, lá para meados de Junho, há-de começar a maior Aventura da minha vida... A maior e mais longa Maratona da minha vida, e que se prevê ir mudar drasticamente a minha forma de "ver" a mesma.
E não, não deverão ir existir projectos de BTT - ou outros de cariz desportivo - a popular o calendário durante algum tempo.
Existirão, isso sim, fraldas, biberons, noites mal dormidas, birras, papas, chuchas e afins...
E será esse o desafio do momento, a Aventura da minha vida!.
Quando voltarem a existir projectos na vertente desportiva, já deverei ter novamente a companhia da minha Princesa maior!
A ver vamos...
Já dizia o outro canta-autor Português:
"É preciso é ter calma;
Não dar o corpo pela alma"
Até lá, cabe treinar "á muerte" com os planos de treino da equipa Inglesa BritishCycling e aulas especificas no meu ginásio de eleição;
British Cycling Foundation Plan
British Cycling Intermediate and Advanced training Plan
Vemo-nos por aí.
Abraçorros!
ehehe aproveita enquanto podes!
ResponderEliminarAbraço
É mais ao menos isso!
EliminarAproveitar enquanto "ainda" posso eheheheh
Depois vai ter que ser com muito mais calma...
Nos primeiros tempos então, só deve dar para mesmo para fazer umas sestas quando for possível eheheheh
Lá para meados de 2017 já devemos estar em condições (Eu e a Sandra) de voltarmos a pensar em algumas brincadeiras mais fora do ambito das fraldas, xuxas, biberons e etcs...
Uma coisa tenho certa, vai ser a maior aventura da minha vidita!
Não há cá Ultras ou outras brincadeiras do género que se lhe comparem com este novo desafio que se avizinha ehehehe
Ainda me vais ver a correr aí uma Meia-Maratona qualquer a empurrar o carrinho da criança!
;)
Abraçorros